jueves, 16 de febrero de 2012

Ni media medalla ni corazón partido

Tarjetas compradas en el Once con corazones rojos con leyendas que rezan: “Feliz día de San Valentín”; o “Feliz día de los enamorados”; o “Te amo mas que a un sándwich de mortadella”. Cajas de chocolates derretidos por los 45ºc de sensación térmica que, como el mismísimo Atila, azotan a toda la argentina en un febrero mas caliente que ahorrista del 2001. Osos de peluches que provocan alergias, calor y gases y que ocupan repisas, sillones y camas, impidiendo que uno pueda apoyar su humanidad en estos sitios por miedo a mandar al cielo al perverso Winnie Pooh. Rosas rojas teñidas con anilina que antes fueron claveles. Pasacalles con “cupidos” volando lanzando sus flechas de amor entre frases tales como: “Jessica, sos el amor de mi vida” o “Luli te amo como nada en el mundo pero si no garchamos me voy con Mecha”. Descuentos de dos por uno para comer Sushi en el Barrio Chino y para emparchar la goma del Renault 4 en la Gomeria “El Gato Petero” que ostenta un almanaque del año 84’ con una joven Beatriz Salomón mostrando sus carnes.
Toda esa mierda de merchandising, señores, no es otra cosa que el signo visible de la presencia del fatídico día de los enamorados entre nosotros, día que, deberían marcar con rojo en el almanaque, no porque sea feriado, sino para indicar los riesgos que pesan sobre la salud al celebrarlo; riesgos que van desde el incremento a morir de infarto a causa del mal gusto hasta contraer parásitos por revolcarse en el pasto con la saliente de turno.
Hasta hace unos 10 años los argentinos no conocíamos  ni a santos que se llamaran Valentín, ni a gente enamorada. Es más: hace 10 años el amor, a la Argentina, no había aún llegado. Pero, el imperio siempre es mas fuerte, y a fuerza de corazones y banderitas yankees que nos metieron hasta en el culo, nos terminamos creyendo que era importante expresar nuestro afecto solo una vez al año diciéndole a la novia de turno, al amante de turno, al garche de turno o simplemente a la mujer/marido de turno, cuanto los amamos, queremos, necesitamos y lo feliz que nos hace que nos lleven a comer afuera a un lugar que esta lleno de 300 pelotudos como nosotros que creemos, con ese aire de soberbia que nos da el ser argentinos, que somos re inteligentes por esperar 3 horas en la puerta del restaurante como si uno en cambio de aguardar por una cena romántica estuviera esperando el 60 del bajo.
Sin embargo hay algo que es mucho mas cruel que ver condenada a toda una generación de personas a la imbecilidad mas extrema y es el… (redoblantes anunciando misterio y ansiedad)… ESTAR SOLTERO.
La gente piensa que estas soltero porque, o tus padres te pegaban cuando eras chico con un cinto y eso provocó la incapacidad para relacionarte con otra persona o porque tenes un cáncer terminal que te impide formar pareja mas allá del sexo ocasional que puedas tener con la enfermera que te conecta a la quimioterapia.
Pero no, uno esta soltero porque justamente ni tiene padres castradores (si así fuera me hubiera ya casado y le hubiera pegado a mi mujer y a mis hijos para que vieran como sufrí yo cuando era chico), ni tiene un cáncer terminal (si así fuera también estaría casado solo para cagarle la vida a mi familia mostrándoles como es posible hacer sentir culpable a todos cuantos te rodean por algo de lo cual no tienen culpa alguna), sino por el simple hecho de que no se te canta estar con otro ser humano compartiendo tu cama, que por cierto, es solo de una plaza.
El mundo esta hecho para dos: los descuentos son 2x1, pero si sos gordo y vales el doble igual tenes que pagar tarifa completa. Las habitaciones de los hoteles son dobles: las simples, curiosamente, te salen el doble. Los viajes baratos a las Islas “Conchas del Sur” son para dos. Qué, ¿los solteros no pueden salir del país? ¿No te venden los pasajes porque no figuras como “casado” en el DNI?. Los autos vienen con “asiendo del acompañante” y ¿si yo no quiero que me acompañe nadie? ¿no me venden el auto sin la butaca de al lado?. Si compras un celular con tu novia te regalan la llamada gratis a su número. ¿Y si yo quiero llamar gratis a la pizzería de la esquina? ¿Porqué tengo que llamar a esa rompe huevos que me cuenta cosas del tío, del primo, de la madre y del pajero del hermano?
Nos anoticia el martirologio que San Valentin fue sacerdote romano y sostuvo a los confesores de la fe en la persecución de Claudio II, hasta que él mismo fue decapitado en el 270. La pregunta es: ¿cómo puede ser que este pobre obispo que fue podado se haya convertido en el patrono de los boludos?
Señoras y Señores: si estáis indignados con la festividad mas groseramente irracional del año y sufrís de alucinaciones en las cuales matáis a cada pareja que se os cruza por la calle con botellas de champagne radiactivas que explotáis sobre sus huecas cabezas, uníos en la lucha contra ese día y pedidle a Cristina, a la ONU, al Santo Padre o al mismísimo General Perón que os mira desde el cielo, que eliminen ese día del almanaque y, directamente, del 13 de febrero pasemos al 15 así porque si. De esa manera evitaremos tener que sufrir a los “enamorados” que se toman de la mano al cruzar la calle y que nos refriegan por la cara nuestros fracasos amorosos con sus melosos besos en el tren, el subte, el colectivo y hasta en el cementerio. Instituyamos el día de los NO ENAMORADOS para que en ese día haya 1 x 1/2 (yendo solo al teatro pagas la mitad del valor de la entrada), para que te puedas comer todo el sushi sin tener que convidárselo a nadie mientras ves episodio III de las guerras de las galaxias en calzones y tirado sobre el sillón con el aire acondicionado en -15, para que ese día cuando te llamen tus tías te digan: ¿seguís soltero? QUE SUERTE! Mejor soltero que decrépito e impotente como tu tío, y, sobre todo, para que ese día, al sentarte a comer pizza en la pizzería “La MUZA LOCA” no tenga que escuchar los chupones de las parejas que, cual ejército alemán en el Sitio de Leningrado, rodean tu mesa transformando sus inmundas babas en proyectiles que caen sobre tu fugazeta rellena. 
Igualmente amigo, sabrás que todo esfuerzo por erradicar las muestras de amor de este mundo es infructuoso. El mundo se empecina en vivir equivocado. No te esfuerces mas, total cualquier esfuerzo que hagas por despertar del sueño del capitalismo salvaje, será inútil: la vida siempre seguirá siendo una mierda. 

jueves, 9 de febrero de 2012

¿VIDA? …¡Vida es otra cosa!

 
Cuando hoy por la mañana crucé el umbral que separa “LA VIDA” de “la vida”, me di cuenta que, por lo menos para mi y para 500000 docentes mas de este país, todo había terminado.
“Todo concluye al fin nada puede escapar todo tiene un final todo termina” entré cantando al colegio mientras las vacaciones quedaban detrás y, casi como en esas películas en donde la música surge de la nada, se escuchaba, mientras pensaba en las vacaciones escurridas como el agua entre los dedos, un “De chiquilín te miraba de afuera como a esas cosas que nunca se alcanzan...” siendo que del otro lado del vidrio quedaba Enero y su “Dolce far niente”.
“La Dolce Vita” había concluido; Marcello Mastroianni se alejaba por la playa hacia un destino incierto y yo, modesto Marcello aunque no menos muerto que él, me adentraba en las profundidades del abismo a hacerme cargo de mi destino y asumir el compromiso al cual la patria me llamaba.
“Educar es cosa del corazón”, nos enseñó Don Bosco: lastima que nadie le dijo que la mayoría de los docentes corremos el riesgo de sufrir 3 infartos antes de llegar a los 50 años de vida.
Vida… ¿se puede llamar vida a esto?  ¿A esto que  es la perversión más absoluta? Cuando empezamos a descubrir que hay una vida que merece ser vivida escuchamos el canto de las sirentas que nos llaman a volver a la fábrica de educar boludos.
Docente argentino: si tienes entre 22 y 65 años, aún estas vivo, la tiza no ha llenado tus pulmones de tumores y lo único en lo que piensas es en matar a todos los niños en edad escolar junto con sus inmundas familias, es hora que salgas del armario en donde se apilan pruebas que jamás has corregido, mires de frente y a la cara a tu directivo y le digas: ¡QUIERO SER FELIZ ANTES DE MORIRME! ¡Abandona tu puesto de trabajo, deja el templo del aula en el cual los educandos adquieren saberes que solo le servirán para ganarse $100 en el programa de Julián Weich, dile a la secretaria del colegio que ya no volverás, escucha el sonido de una puerta que se cierra dentrás tuyo y sal a la vida! Allí afuera, afuera de ese mundo de recreos, de patios con niños sudorosos, de registros evaluativos, de planificaciones que nunca jamás nadie leerá, de power points que aburren incluso a aquellos que los han diseñado, allí afuera, muy afuera, la VIDA te espera; una vida llena de alegrías, de esperanzas, de sentido… una vida en donde siempre brilla el sol, pero, una vida pobre, muy pobre, porque sin trabajo, ¿de que carajo vas a vivir?
Docente argentino, vuelve a la realidad, vuelve al aula, vuelve al patio, vuelve a la reunión de padres, vuelve a llenar boletines y vuelve, sobre todo, a esperar la jubilación que una día, indefectiblemente llegará, si es que un niño no te mata antes de un corchazo en la frente. Y recuerda: LA VIDA es para otros, a ti en cambio te queda “la vida”, llena de oscuridades y de sombras, una vida que, trágicamente, siempre será de mierda.